Promesa

Anoche, cuando salí a caminar, pensé que debía escribir más seguido. Entonces hice mi horario y de nuevo incorporé escribir en mi blog como una tarea. Ya sé, es una promesa que siempre hago, pero esta vez pienso conservarla como una tarea breve. Quizás no de todos los días pero unas dos o tres veces a la semana.

Promesa

Cuando era joven, procuraba cumplir todas mis promesas. Tenía la idea de que un hombre es lo que promete. Hacía malabares increíbles para conservar mi palabra. Pero dejé de hacerlo. Cuando empecé a cuidar más de mi hermano me di cuenta que mis expectativas de hacerlo todo eran imposibles. El sistema, de algún modo, se las arregla para revelarte tu humanidad. Sólo los dioses, caprichosos, pueden cumplir siempre sus promesas.

Preguntas válidas

¿Escribo menos por la rutina? ¿Escribo menos por la tranquilidad? ¿Escribo menos porque los días son muy parecidos entre sí? ¿Escribo menos porque ya no tengo soledad? ¿Qué necesito para escribir más? Anoto, compulsivamente, ideas. Líneas que tengo la esperanza se convertirán en algo pero aún están lejos del desarrollo. Camino. Anoto. Mi cabeza escribe mientras camino. Necesito caminar para que mi cerebro no se duerma, para que el desarrollo siga activo. Soy un animal enjaulado pero, afortunadamente, mi jaula es amplia.