Recuerda leer la primera parte de la lista.

Escogí que la última lista del año, así como los últimos textos del blog, fueran pequeñas reseñas de los libros que leí en el año. Ya casi es hora de cerrar este changarro unos días. Es hora de disfrutar los fríos de diciembre, sus posadas, los chocolates ocasionales, los dolorosos intercambios de regalo y los gritos infantiles de los niños necios que insisten en que merecen todos los regalos del mundo. ¿Ya preparaste el estómago para subir esos kilitos de más? ¿Ya escogiste los libros, los videojuegos, las películas y la música que te acompañará estos últimos días? ¿Cuántos amores perdiste, cuántos amigos recuperaste? ¿Ya te perdonó la familia? ¿O fuiste tú quién debió perdonarla? ¿O eres de esos benditos que nunca tiene problemas en la vida, pero que su porno es demasiado extraño para que todos los demás podamos comprenderlo? Ah, qué importa. Acabemos este año de una buena vez.

Este año leí mi primera novela de Haruki Murakami: 1Q84. La gente lo ha perseguido estos últimos años y ha devorado sus libros. No es para menos. Su prosa es sencilla y envolvente, como penetrar una pintura con vida. No me pareció distinto a leer un par de mangas (de suspenso, de terror psicológico, de melancolía y tristeza). Lo que recuerdo con cariño de este libro es ese hermoso cuento que inventa: El pueblo de los gatos y la posterior confrontación que tiene Tengo con su padre. Ese pequeño momento rebosa de maestría literaria. Con ello, pensé en Murakami como un artesano que lleva años practicando el oficio y observando las relaciones humanas. Sin embargo, Murakami es una de muchas lecturas y muchos libros pendientes.

El lector sabe que entregarse a un escritor o su obra, es sacrificar otras. Eventualmente tiene que escoger las obras que lo seguirán acompañando. No sé si Murakami sea un compañero.

Me di la oportunidad de leer la tetralogía de 2001 (2001: Una odisea espacial, 2010: Odisea dos, 2061: Odisea tres y, por supuesto, 3001: La odisea final), por Arthur C. Clarke. Fueron entretenidos y muy sencillos. Disfruté de la prosa rápida y la imaginación abundante que provoca la ficción científica. Me sentí un cómplice al reencontrarme con los personajes en cada libro: Bowman, Floyd, Hal 9000. Son excelentes libros para leerlos una vez. Descansar con ellos como un aperitivo entre libros más complejos… esos que cimbran el espíritu.

220 días en una nave sideral de J. Martinov es un libro de ciencia ficción rusa. Fue escrito durante la carrera espacial. Según la especulación del autor, ganaron los rusos por un pelito y no sólo eso, sino que se dieron una vuelta hasta Venus. Los gringos son los malvados (obviamente). La nave para en Marte para recoger materiales e investigación, encuentran fauna muy curiosa… (hasta parece un episodio de Star Trek). Aún cuando la ciencia del libro ya pasó de tiempo, me parece indicado para leerlo a un niño y estimular su imaginación, o su curiosidad científica.

2666 de Roberto Bolaño. Este es el segundo libraco que leo de Bolaño. El primero fue Amuleto. Leí algunas reseñas y opiniones donde hablaban de este como un libro incompleto, apresurado, que no debió publicarse porque el hombre no pudo terminarlo y se nota que ya se estaba muriendo. Otras reseñas lo comparaban con una gran obra y que era una lástima que Bolaño muriera antes de terminarlo. Honestamente, mis oídos dejan de funcionar cuando se habla de Bolaño. Pienso en él como un Cortázar, un Baudelaire, un Poe. Un guía de la imaginación y de lectura, el primer escritor que leen muchos, y eso provoca que lo aprecien más de lo debido… ¿Y cómo no? El recuerdo del primer libro o autor de muchos es tan potente como la primera relación sexual. Por otra parte, 2666 me pareció un excelente libro. Una hermosa trama de momentos y personajes, de géneros, de imaginación, de relaciones humanas, de tristeza y lealtad, de géneros, de amores inconclusos, o perversos, o retorcidos. Me encantó.

Aaron’s Rod por D.H. Lawrence (Descárgalo gratis en gutenberg). Es una novela picaresca que consiste en el viaje de un hombre cínico y apático que lo abandona todo para tocar la flauta. Un viaje de complejas relaciones humanas y como responder a las muchas dudas que tienen los hombres acerca de las mujeres, de las relaciones, del rencor y los deberes.

Absalom, Absalom! por William Faulkner. Los madrazos del año me los di con este libro. Es un viaje de voces, ilusiones, imágenes y susurros. No me fue sencillo… tal vez porque lo leí en inglés. Prometí releerlo.

Erewhon de Samuel Butler (Descárgalo gratis en gutenberg). Un hombre llega a un país donde la belleza es lo que tiene más valor, los enfermos son condenados a prisión y las máquinas son despreciadas porque el progreso es maligno. Se parece mucho al viaje que hace Gulliver a Liliput. Al leerlo presté especial atención al capítulo que dedica a las máquinas y como estas evolucionaron para adueñarse del mundo. Esta debe ser, si no me equivoco, la referencia más vieja que leo de las máquinas que construyen máquinas (un concepto importantísimo en las odiseas de Clarke, por ejemplo). Este libro es uno de los antecedentes de la ficción científica que se enfoca a la máquina como vencedor y dictador del hombre.

Nightmare Abbery de Thomas Love Peacock. Una sabrosa sátira de las novelas góticas y románticas. Hace referencia a Cervantes, Goethe, Shelley, Byron, Sofocles, Coleridge. Es un libro para nerdos literarios. No funciona si no has leído a los autores citados.

Cuando nos alcanza el ayer de Jorge León Sánchez. Este libro es un complemento a otro que se llama La isla de los hombres solos. Un hombre termina pagando un crimen con creces y busca, a través de todos los medios, conseguir justicia. En este libraco se puede experimentar los horrores de vivir prisionero, testimonio de la locura y encabronarse por la falta de justicia. Por este libro, el siguiente año pienso leer La isla de los hombres solos, aunque tal vez lo mejor sea leer ese primero y después este, como un complemento.

Battle Royale por Koushun Takami. El manga que leí este año. Muchos habrán visto la película y menos habrán leído el libro: En un futuro oscuro, un puñado de estudiantes es llevado a una isla donde son grabados y obligados a convertirse en asesinos para la televisión nacional. Una versión extrema de El señor de las moscas, o de ese otro que está bastante popular: Los juegos del hambre. Los personajes están cargados de una historia psicológica muy intensa. El arte del manga me incomodaba un poco porque en ocasiones era muy dulce, y lo dulce eventualmente se convertía en un guiñapo de sangre, de vísceras y de horror. Ahora que lo pienso: Supongo que esa era la intención.

El complot mongol por Rafael Bernal. Pinche Lupita, que sabrosa está, seguro me permite un par de arrumacos. Seguro que sí. Novela negra mexicana. Un hombre viejo que participó en la Revolución y ahora es policía, es encargado de asegurarse que no haya ninguna bronca con la visita del presidente de Estados Unidos. Una chulada de novela. Corra a comprarla, leerla y comentarla con sus amigos.

Los días de Birmania por George Orwell. (Liga de la Universidad de Adelaide). También llamada “La Marca”. Un grupo de ingleses están estacionados en Birmania desde hace tiempo, por sus respectivas compañías. Trata del aburrimiento de esas personas, de su soledad, de hacer raíces en un lugar donde no pertenecen, de lo absurdo que puede ser una ocupación. El personaje principal tiene una marca en una mejilla, lo cual es motivo de burla por sus compañeros ingleses e incluso, por algunos nativos.

Música para camaleones por Truman Capote. Una colección diversa de textos que van del cuento, del reportaje, de la crónica, de la novela inconclusa. Es lo primero que leo de él. Un hermoso y suave libro que evoca a la escena del título: música que genera su propia lectura para abandonarse al placer, o al tormento.

Y por último, un ensayo de Ciencia Ficción que disfruté muchísimo: ¿Qué es la ciencia-ficción? de Y. Kagarkitski. Es un buen texto para iniciarse y comprender los temas básicos que trata la Ciencia-Ficción, así como un compendio de referencias para comprender sus inicios, o su estudio. Habla de utopías, distopías, robots, mediciones, viajes a la luna, viajes en el tiempo y la humanidad por y para la humanidad. Igual… este libro se disfruta más si eres un nerdo literario.

Terminada la lista, sólo me queda desearles felices fiestas y un buen fin de año. Nos veremos en los primeros días de Enero, ¿vale?