La ballena blanca está sonriendo mientras unos pajaritos la cargan hacia el cielo. No pasa nada. Twitter no sirve. Si eres un usuario primerizo, no importa, al fin que no le entiendes, no sirve, mejor facebook, mañana le picas otra vez a ver qué pasa. Si eres un usuario saludable, no hay problema… cierras twitter y la vida es un mundo de posibilidades, te asomas por la ventana, regresas a tu computadora y trabajas, o ves pornografía. Si eres Paulina Rubio, le pides a tu asistente que te compre otra blaberry porque el tuyo como que ya no jala.

La ballena blanca está sonriendo mientras unos pajaritos la cargan hacia el cielo. No pasa nada. Twitter se rompió. A veces, crees que es cosa de lo que dijiste. ¿No te ha pasado? Chin, fue porque puse ese tuit, el tuit definitivo, el tuit que rompió twitter. Te muerdes las uñas, esperas que unos hombres toquen a tu puerta, que te pregunten qué chingados hiciste. Mientras te golpean, y te sangran los oídos, las narices, y escupes un diente… confiesas–: Es que estaba rompiendo con mi morra, le mandé un adiós @fulanita, ya valió madre entre nosotros.

La ballena blanca está sonriendo mientras unos pajaritos la cargan hacia el cielo. Puede pasar algo. Twitter se convierte en un error cíclico. Todo lo que digas, si atraviesa los reinos binarios, se duplicará, se triplicará. No todos pueden atravesarlo. Sólo unos cuantos. Esos cuantos serán leídos más de una vez. Esos cuantos tienen la oportunidad de lograr que sus palabras permanezcan en los cerebros de los otros tuiteros necios, que están apretando F5 compulsivamente, con la esperanza de que eso les explique que está pasando. Ambos, los que atraviesan el reino binario, como los que lo reciben, están en el purgatorio de la ballena blanca. Ese que se ve claramente indicado entre los hilos que sostienen a la ballena.

La ballena blanca está sonriendo mientras unos pajaritos la cargan hacia el cielo. No pasa nada. Twitter está haciendo cambios. Regresarás y verás que cambió el número de tus seguidores, o la cantidad de tuits que ya escribiste. Los desarrolladores, quienes en realidad son monjes en algún templo budista, están de rodillas y rezando por la paz de todos sus seguidores, usuarios, etcétera. Los cambios que hace tuiter no son definitivos, pero son para recordarte la mutabilidad o inestabilidad del medio. Sin querer, aprovechando la ansiedad de los usuarios, demuestran que nada es para siempre.

Estoy seguro que el tuit definitivo que redimirá a Paulina Rubio, es: “Perdón, soy medio tonta…”