Hoy aprendí a esconder archivos dentro de una imagen. No pensé que fuera tan sencillo. Algo que no habría tenido necesidad de investigar si alguna vez hubiera estudiado bien la línea de comandos, pero ya ven… sabelotodo insoportable.

Seguí en internet un rato más. En stickcam, me encontré una chava que tenía una máscara… o bueno, media máscara, con un hocico de perro, un collar de perro y una cola de perro. Todo falso, por supuesto. Al ver una muestra de algo tan extraño, no tuve otra más que quedarme. Estaba presenciando una de las parafilias más extrañas en todo el internet. La chica simplemente hacía ojos de extrañeza y enseñaba la movilidad de la máscara, moviendo la cabeza de un lado a otro y abriendo el hocico. Aún cuando era una de las parafilias extrañas y fascinantes, y que lo estaba viendo en vivo, me di cuenta de la hora y estuve así de cerrar el programa…

…cuando se abrió la chamarra y enseñó el brasier, fue por su micrófono y nos avisó, a mí y a los otros veinte asistentes del show, que iba a cerrar el cuarto. Eso quería decir que nadie podría entrar y salir. Suspiré, me serví un vaso de coca cola y al fín que no tenía mucho sueño. Mejor me quedaba, a ver que pasaba. Era como asistir a un pelodromo, pero sin pagar un quinto y desde la comodidad de tu casita. Un pelódromo donde nuestra anfitriona era una perra (ja, casi literal). Entonces, empezó a hacer sonidos que haría un perro, desde los jadeos hasta los lloriqueos. Fue cuando alcé los ojos y me dije: “Ahhh, suficiente”.

Entonces abrió la chamarra de nuevo y se quitó el brasier. Ya no sabía si me sentía culpable de perder mi valioso tiempo de sueño, o que de alguna manera, estaba fascinado por el juego sexual tan absurdo / extraño. Observé de nuevo, ahora enseñaba calzones y su cinturón de cola. De verdad, parecía que era todo un arte para esta mujer, un estilo de vida, algo que hacer cuando estas aburrido… diablos, no sólo cuando estas aburrido, si no después de despertar y antes de dormir. La rutina prohibida, un show secreto–: Tener idiotas como yo, que creen saberlo todo, navegando internet una noche hasta encontrarla y saberse menos inocente en el mundo.

En algún momento me aburrí y me fui a dormir.

Crédito de imagen: Solomon R. Guggenheim Museum, New York Thannhauser Collection, Gift, Justin K. Thannhauser, 1978 / Édouard Manet b. 1832, Paris; d. 1883, Paris