Los antojos cumplen funciones. Un antojo ayuda a mermar un deseo contenido… es decir, comer unas pasitas de chocolate puede evitar que comamos chocolate todos los días, o bien, tener un plantío de cacao para tener su disponibilidad casi al momento. Los antojos pueden ser buenos o malos. Siguiendo la lógica de la fábrica, puede haber una retribución económica, pero comerlo sin falta, todos los días, además de provocar enfermedades a largo plazo, puede restar el efecto de bienestar que provoca comer uno solo de vez en cuando.

Tengo antojo, por ejemplo, de escribir otras cosas, de intentar otros proyectos o aprender algo nuevo. Son antojos que todos tenemos, para no sentirnos estancados, en una rutina o sencillamente que las cosas que nos vemos forzados a hacer, no están rompiendo nuestra independencia. Si tengo que trabajar, para mantenerme y mantenerte, puedo entonces tener un tiempo exclusivamente para mí. Si tengo que ir por los niños a la escuela, puedo en el camino quedar a tomarme un café con un amigo. Si bien, es ya un ejercicio y disciplina actualizar este weblog todos los días, debo tener algún lugar donde pueda actualizar de vez en cuando, sin sentir algún tipo de obligación o trabajo. Las obligaciones, por supuesto, también pueden complacer… de hecho, deben dar una especie de recompensa (a corto o largo plazo) para su inclusión natural a la rutina. De no ser así, entonces esta la posibilidad de que seas un masoquista metafísico o vives en un sopor continuo, perpetuo.

Pero los antojos cruzan una línea delgada a convertirse en caprichos, no es lo mismo al deseo… el antojo contiene la personalidad y procura una sensación de balance y estabilidad inmediata. El deseo, en cambio, es un potente catalizador para cambiarlo todo. Una disposición a navegar en tierras desconocidas, cambiar los cimientos de la personalidad y quebrar la perspectiva común. Cuando leer un buen libro puede modificar tu percepción… vivir lo desconocido, un deseo impulsivo, lo hará de manera más rápida y duradera. Al menos, eso es lo que se espera.