Un profesor, en clase, habló de que una de las responsabilidades del escritor (y de los artistas en general) es conservar un registro de los valores morales de la civilización. Es una responsabilidad humana que usualmente se da después de una guerra mundial o civil (Hemingway, W.B. Yates), incluso una revolución mexicana (Azuela). Eventos que transformen por completo los modos de vivir del individuo. Un escritor es responsable de escribir un antes o un después, para recordarle al ser humano que es humano. También se da esa responsabilidad cuando una ciudad esta creciendo y se pierden, cada vez más, los rasgos individuales de los que viven en ella. En un México, por ejemplo, o en un Nueva York, también. El crecimiento desmesurado por la revolución industrial, en Inglaterra, hizo que muchos escritores tuvieran el impulso de recordarles lo que es natural, el romanticismo. De William Blake a Byron, hay mucho camino, muchos años, de responsabilidad porque la gente no se olvidara de su humanidad, de su pasión, de sus costumbres y tradiciones. De demostrarles en lo que se estaban convirtiendo, en lo que se podrían convertir, en lo que ya fueron y dificilmente volverán a ser.

Un escritor debe conservar en su memoria los instructivos que nos hacen formar parte de una sociedad, una civilización, una humanidad… por si algún evento llegara a quebrar esta humanidad. La verdad es que los escritores, o los que nos decimos escritores, no somos tan inútiles… ¿quién diría? Todos esos poetas, novelistas, ensayistas y diaristas tiene una responsabilidad, un compromiso enorme en las manos, cada que publican un libro o que escriben un artículo. Y me atrevería agregar que también de eso nos encargamos nosotros, en menor grado (ajá), los que escribimos una bitácora en línea (blog, so mamón).

Soy bloguero desde hace, casi, tres años. He estado presente en la evolución de la blogósfera iberoamericana. A mi me tocó ver como el autor de alt1040, muy raras veces, escribía minificciones o apartados muy personales antes de convertirse en el portal de información que es hoy en día. También, fui testigo de comoisopixel escribía solamente de diseño y una que otra notita relacionada con el futbol, antes de soltarse y convertirse en una bitácora multitemática (No me sorprendería que si Bimbo empieza a comprar anuncios de Adsense, Raúl hablara de que rico esta el pan 😜 — dicho por Econde, en la reunión del Beer&Blogs, ¡por fin me acordé quién se lo dijo!). Cuando yo estaba abriendo mi bitácora, no había blogsméxico y aunque seguramente había varios mexicanos escribiendo, difícilmente les conservaba el rastro. En mi idioma, sólo leía4colors, Antes muerta que sencilla (cuya liga no la tengo a la mano), Gabo (que siempre creí que era español y más tarde descubrí que era mexicano), Awacate y Stee (quien siempre se anda transformando). También leía a Kittenaz –fascinado porque una bloguera había sido invitada en un programa de televisión a platicar de eso, de blogs–, (hoy es Nazaret y es fotoblog. Y sigo recordando la famosa foto de su webcam: “I want to be an artist”, yey) y a Let’s Martha. Después me enteré de dos que tres mexicanos, un grupo de poblanos, unatabasqueña (la mujer más hermosa), un jalisquillo, un pachuqueño, a una chava mexicana nacida en el otro lado y dos que tres norteños.

En ese entonces, empecé como todos los que abren esta chunche, sin ningún sentido de responsabilidad o de compromiso. Empecé como un chavito que quería demostrarle al mundo que podía escribir, que tenía imaginación y que también tenía algo importante que decir. En fin, empecé esto divirtiéndome, compartiendo mi desmadre, mis rollos mentales, con quien quisiera leerlos. Mis frivolidades, porque la ficción joven también es frivolidad y es vanidad. Mientras eso sucedía, seguía leyendo vidas ajenas, mi lista de blogs que leía aumentó a treinta. Gente distinta, gente que mencionaban otros mexicanos, con el mismo rollo que yo: empezamos nuestro desmadre y queremos compartirlo. Mientras tanto, en el otro lado del charco, Let’s Martha cerraba su blog y Kittenaz desapareció, para dar la liga a un teaser llamado Mandalai(.net). Había concursos en bitacoras.com, alt1040 se especializaba cada vez más en lo suyo, Isopixel se convertía en uno de los blogs más leídos, me enteré que existían blogpocket y ecuaderno. Hubo dolo por la tercera o cuarta desaparición del blog de Almudena (AMQS) y los que fuimos testigos, vimos el impacto que causó la primera desaparición de la bitácora de Earful y después, la despedida de Varis (Awablog). En España, la comunidad bloguera se expandía cada vez más, nuevos blogs se abrían paso entre los viejos, era tan grande su cantidad y su variedad de pensamiento, que se empezaban a formar las comunidades y empezaban a existir portavoces dentro de ellas, testigos que rara vez daban una opinión pero influían enormemente en algunas y no eran escuchadas en otras, mientras que nosotros, mexicanos, apenas estábamos conociéndonos. Nosotros, jóvenes desmadrosos, estábamos pensando en algo como Big Blogger. Mientras que Raúl ya estaba gestionando el Blogs México y Blog se afianzaba como un punto de reunión para la gente norteña.

Eso es mi blogósfera, a grandes rasgos. Ahí, en algún punto, empezó y se ha sostenido, primero, el Árbol Tsef Thaed – Cibernauta y después el Árbol de los Mil Nombres. La blogósfera mexicana ha avanzado mucho desde que tenemos un punto de reunión en Blogs México y así, poco a poco, estamos teniendo a nuestros portavoces, a aquellos que influyen una opinión en nuestras comunidades. De igual manera, hay gente buscando un control, que está buscando estar arriba por los demás e influir en la opinión. Hay otros a los que se les da naturalito y no necesitan darse promoción, es la misma gente quien se las da. ¿Y a todo esto, en qué se relaciona que el escritor tiene una responsabilidad social, con el crecimiento de la blogósfera?

Sencillamente, que nosotros somos responsables de lo que escribimos. Entre más tiempo y entre más influencia tengamos sobre los nuevos, tenemos el compromiso de darles un instructivo, no reglas… instructivo para hacerles la vida más llevadera y divertida en esto de los blogs. Tan fácil porque entre más tiempo llevamos, atestiguamos más cosas y nos volvemos más conscientes del medio. En mi humilde opinión, tenemos un compromiso con las personas que nos leen, un compromiso social, porque lo que escribimos influye sobre personas de las cuales no tenemos idea. Hay que enseñarles, por ejemplo, a los escuincles que no se utiliza la k para sustituir un que, escrito con todas sus letras, porque incluso ellos tienen una responsabilidad con sus lectores, tienen la responsabilidad de cuidar su lenguaje. A otras personas habrá que recordarles que forman parte de una sociedad y que es imposible que escapen de ella. Que lo que digan, lo que escriban, puede causar una reacción cuyos alcances desconocen. En vez de estar luchando por un lugar, o empezar a transformar la blogósfera en una democracia a la mexicana al querer poner un consejo de elección para el “Blog de la semana” en Blogs México, primero se responsabilicen por lo que escriben, se diviertan haciéndolo y se feliciten por haber escrito bien.

No pretendo hacer una lista para bloguear poca madre, porque de esas hay muchas, ya he leído varias y todas dicen básicamente lo mismo. Cuidemos nuestras palabras y si no lo hacemos, al menos divirtámonos con ellas.