Este artículo fue originalmente publicado en Weblog Magazine.

Cuando Vuarnet, de Isopixel, me pidió un artículo para “Weblog Magazine”, enseguida me vino a la mente que yo no soy escritor de artículos y menos de weblogs. Inicio este artículo como se inician la mayoría de artículos, de personas que no saben como explicarse en un principio porque así me siento respecto a la “blogosfera”. Rara vez, realmente, apela a mis intereses que son la literatura o bien, la ficción o el juego con el lenguaje. Los artículos que leí en el primer Weblog Magazine se enfocaron, en su mayoría, en la estructura y en el ambiente técnico que requiere tener un weblog. Desde el más sencillo (Blogger) hasta el más complejo (Movable Type, WordPress o bien, un sistema propio como el que ha creado Blogpocket).

En el ambiente “weblog”, son las bitácoras que tratan temas tecnológicos y/o técnicos los que tienen más fuerza, sobreviven durante más tiempo, tienen mejores oportunidades de crecer, que un weblog personal o de otra índole, ya que la tecnología es algo que está en constante evolución y mejor aún, hay manera de comprobarlo con los avances que vemos cada día. Es algo de lo que se puede escribir todos los días sin mayor complicación.

De igual manera, sus comentaristas son más concretos y tienen mejores oportunidades de comentar ya que existe a su mano, la información que necesitan para hacerlo (ya sea a través de internet, periódicos, gacetas, revistas técnicas). Son pocas las personas que tienen acceso todavía a una gama de herramientas en Internet, sin mencionar el acceso al propio medio siquiera.

En mi observación, encontré que también tienen fuerza los weblogs cuyo tema es el diseño: desde la presentación de la página hasta la temática. El diseño también es algo que constantemente está evolucionando para servir a la publicidad o en si, a la presentación de cualquier cosa que a nosotros, como seres humanos, se nos ocurra. El diseño está creado para apelar a la más gente posible y vender una idea, ya sea esta remunerada económicamente o de otra manera. Se sabe de antemano, y es hasta redundante, que Internet se está convirtiendo en el nuevo sistema masivo de información, de publicidad y de comunicación. Quienes tienen a la mano Internet, en este momento, son los diseñadores quienes logran recrear nuestras pupilas y los informáticos, quienes mueven todo para que sea posible.

Los weblogs, tan sólo son un ejemplo de la evolución del medio, en cuanto a “usabilidad” y tecnología para mejorar o impulsar la comunicación se refiere.

En este párrafo viene una de esas confesiones personales que hacen los escritores novatos como un servidor: Cuando empecé a estudiar sistemas para buscar la aprobación de mi familia, decía que estudiaba sistemas para buscar el lado humanista de la tecnología. En materias como: “Análisis de Sistemas” y “Programación”, me enfrascaba en una constante lucha por encontrar una nueva forma de expresión humanista. Al final, me terminé saliendo de la carrera (dejé de creerme Neo, you know? Woah…) y decidí buscar lo que quería en el lugar indicado: Ahora estudio Letras en la Universidad.

Sin embargo, la experiencia que adquirí en mi primera carrera desertada es invaluable. Me ha permitido un conocimiento básico en cuanto a sistemas se refiere, también en programación y un poco de las necesidades de la “usabilidad”. Me enseñó a buscar lo que necesito como un aspirante a escritor que desea comunicarse en un medio tan grande, donde informáticos y diseñadores tenían el poder.

Me enteré de los weblogs gracias a un tío, informático por cierto. Mantenía uno en blogspot para tener notas de los lugares que encontraba con información y complementos que le ayudaban a programar el sistema en curso (cuando trabajaba de freelancer). Yo en ese momento mantenía una página personal donde ponía mis escritos. Sin afanes de diseñador me permití que Frontpage lo manejara todo por mí: Tan sólo generaba una página nueva, escribía, le daba clic en publish et voilà. Si quería cambiar diseño, solamente usaba alguno de los estilos generados por Frontpage.

No fue hasta que el número de páginas se excedió de tal manera, que al mirar la estructura de árbol (cortesía de Frontpage) era un dolor de cabeza. Ahí surgió la necesidad de mantener mejor organizado el website y de ser posible, que el proceso fuese automático. Decidí poner en pausa mi página personal en ese entonces y abrí un blog en blogger. Un sistema sencillo, donde lo usaba inicialmente para poner notas insulsas, sin sentido, de lo que me ocurría en ese momento (Desde: “Se ha caído un mosquito en mi teclado”, hasta: “Creo que algo sucede con el aire”).

Y de ahí, creo que la historia de varios webloggers es similar a la mía: Descubrieron una maravilla en potencia en blogger y luego, cuando vieron que Movable Type ofrecía un mejor control, o que GrayMatter esto o lo otro, se les hicieron los ojitos de borrego, como a mí, y de ahí a la iluminación. El impulso de escribir lo que les interesa, de informar a la gente según su perspectiva o sus investigaciones, de mostrar sus tendencias hacia el diseño adornando su página principal o bien, sencillamente decir algo.

Un sistema de blogueo como Movable Type (hablaré someramente de este y de las necesidades que cubre para mí, ya que es lo que mejor conozco), me ha permitido desenvolverme mejor a la hora de crear una historia ya que me permite organizarla en categorías si decido extenderla. También, el oficio de escritor requiere un constante escrutinio personal (uno se puede llevar unas introspecciones bastante salvajes al leerse así mismo)… un sistema weblog, cuando funciona como un diario personal, permite un análisis constante de sí mismo a la hora de escribir. Uno puede observar como ha evolucionado, el cambio de frases, si se vio influenciado, o bien, contaminado en el momento de escribir algo. Movable Type me deja hacer esto ya que permite organizar los archivos por fechas, o bien, puedo personalizar una plantilla para presentarme lo que quiero releer.

Uno de los ejemplos que más me gusta para demostrar esto, es el escrito de “El 100 Vidas”. La temática es un hombre que vive cien oficios o cien momentos y los define como “vidas”, en como termine una de estas se define la siguiente. En Movable Type, es tan sencillo como escribir la vida pendiente y definir la categoría correcta para el escrito (“El 100 Vidas”, en este caso).

El escrito estará organizado automáticamente, en el momento de publicarse, y cuando entren a mi weblog, podrán verlo en la página principal o si quieren releer un capítulo anterior, tan sólo buscarán la página con la categoría (que bien, la tengo convenientemente en la parte principal ya que es lo que me interesa mostrar de inicio, sin que el lector necesite mucha indagación).

Como “El 100 Vidas”, existe “La Torre de los Sueños” o en su momento, “El Diario de Simón Dor”. Los tres escritos solo se relacionan entre sí, porque es el mismo escritor. Cada uno tiene su lugar dentro del weblog y el lector, puede decidir entre leerse uno y otro. Las ventajas de esto son que todo está organizado y pueden conocer mejor al escritor: se pueden comparar sus escritos con el ánimo del momento y conocerle un poco más. La evolución del texto y del escritor, a través de la relectura.

La desventaja de esto, es el cambio de tono entre uno y otro escrito, lo que puede confundir al lector y hacer que se desinterese rápidamente si es la primera vez que visita el sitio.

Otra cosa que se debe tomar en cuenta, son los comentarios, ya sea una gran cantidad o la ausencia de estos. Estar atento a las sugerencias del lector y también tener una canasta en donde guardar las flores y los puñales. Considerarlos en su momento y estar dispuesto a confrontarse a uno mismo.

Otro de los proyectos que implementé a través del weblog fue “Historias de Jaramillo”. Como escritor definí un universo y creé un estilo juego entre escritor y lector. Cada evento o momento que sucediese dentro de la vida del personaje, era el post y al final, el escritor debía dejar abierta opciones de lo que el personaje debía hacer después. Esto era para los lectores decidirlo a través de un foro. Días después de cerrar “Historias de Jaramillo” se me ocurrió que era más sencillo que el lector decidiese a través de los comentarios, en vez de obligarlos a registrarse en un foro.

Personalmente, para eso uso el weblog. Como un diario personal, como un lugar donde puedo abrir y cerrar historias constantemente, como una confrontación conmigo mismo o bien, como un análisis de mi crecimiento en el uso del lenguaje. Estoy buscando humanismo, en un lugar donde estamos colmados de tecnología, a través de la tecnología misma.

Hipotéticamente, si un escritor de algún clásico o contemporáneo hubiera tenido un weblog para ese fin, probablemente le hubiera agradado la herramienta. Imagínense a Faulkner abriendo un weblog para un escrito como “Absalon, Absalon”, donde cada personaje tuviera un blog a là “Stream of Consciousness”. O tal vez un weblog donde Juan Carlos Onetti, nos hubiera relatado el pueblo de Santa María desde la perspectiva de aquella novia que nunca se casó y simultáneamente, viéramos en un post las otras perspectivas de aquellos que participaron en la mentira de “El vestido de novia”.

Podríamos comprobar en lectura propia el método de García Márquez, tomarse la escritura como un trabajo de oficina el cual lleva obligatoriamente sus horarios. Horario que también adoptó Vargas Llosa el cual hace de ambos escritores, hombres prolíficos. O bien, podríamos comparar este trabajo con el de Onetti que en una reunión dijo a Vargas Llosa algo similar a esto: “Tú tomas la escritura como si fuera el deber de una esposa… yo lo tomo como si fuese una amante, solamente cuando lo necesito y me dan ganas”.

¿Es necesario mencionar a Borges o a Cortázar? Una amiga mía, licenciada en letras, bloguera de corazón, menciona constantemente como estos dos se hubieran confrontado en letras constantemente. Y todo eso, claro, mientras Borges comenta el nuevo texto en el blog de Bioy Casares. Cortázar, mientras tanto, estaría trabajando el boceto de un instructivo: “Como mantener un weblog de cronopios”.

Benedetti enamoraría a las mujeres con sus poemas y no quedarían más para nosotros en el ciber-espacio. Benedetti mismo dice que no puede vivir sin su computadora. Que esta le da la oportunidad de releerse y pulir sus textos hasta que ya le llega el tiempo de publicarlo. Dice que así de una vez, encuentra el formato y el tipo de letra que quiere para su publicación, y que la disposición en la página, es su decisión y así queda en la imprenta.

Tal vez Hemingway no se hubiera suicidado o nos habríamos enterado los lectores dos segundos antes de que lo hiciera.

Y puede ser, que cada uno de esos escritores, se hubiera releído y buscado la manera de corregir sus textos o desecharlos, con el simple clic de un botón.

El weblog, siempre y cuando el autor lo permita, ofrece la oportunidad de comunicarse con el lector como antes no hubiera sido posible y por supuesto, el lector también conoce mejor a quien escribe. El lector puede conocer, de una manera contundente y eficaz, a quien está leyendo (eso obviando a las personas que no lo hacen con honestidad)… porque es cierto que en un diario se escriben tanto días aciagos como días maravillosos. Se conoce totalmente la faceta de la persona y sepuede captar de una mejor manera, qué está influenciado el escrito del momento.

También los weblogs, al funcionar como comunidades, permiten al escritor estar al tanto de las últimas tendencias de las personas que les rodean, dependiendo de su ámbito, sus oficios, lo que escribe día con día.Permite conocer a los lectores y que les interesa leer, que buscan leer en ese momento. Si el ego del escritor no se impone, bien puede ofrecerles una ventana de salida a través de letras.

Sin embargo, también existen restricciones. Uno al ponerse el manto de escritor, adquiere una mirada distinta de la gente: está siempre bajo una constante supervisión de sus lectores. Existe una duda constante de si complacer a los lectores o no, tal vez como una idea inconsciente y que en días, está muy consciente. Cuando sabes quien te lee, uno automáticamente piensa que le gustará o no, a tal y tal. Viene con el oficio de escribir, desde un poema hasta un weblog y hay que saber aceptar esa responsabilidad como observador, escritor, creador o comunicador social. Tener una balanza entre la responsabilidad que tengo con mi persona y la responsabilidad que tengo con mi lector.

Aún cuando no eres un escritor reconocido y el trabajo no es por regalías, la gente estará esperando de ti que escribas. Habrá lectores que ubiquen de inmediatamente al escritor en un solo estilo y será una profunda decepción para ellos cuando decida abordar otros temas. Por el contrario, habrá lectores que encuentren en el escritor el juego de la evolución, de la maduración o bien, de la experimentación (o por qué no, de la involución como querría Morelli). Hay que estar dispuesto, de vez en cuando, a querer a ambos tipos de lectores. De complacerles siempre y cuando, exista una satisfacción personal.

En fin, para no aburrirles más con mis percepciones: A mí que me gusta pensar de mí mismo como escritor con una nueva herramienta en las manos, el sistema se me hace una herramienta poderosa y eficaz. Sobre todo, terriblemente sencilla para los humanistas o los que decidan comunicar otra cosa, que no sea tecnología y diseño. Si uno decide ser humano, si uno decide imaginar, están las herramientas a la mano para crearse su propio laberinto.